domingo, 22 de marzo de 2009

El mundo de Escher

La ilusión del movimiento perpetuo siempre es posible en la imagen de un instante. Así como la fotografía congela el tiempo perdido, la pintura congela el momento inexistente.
Para que esta cascada funcione realmente sólo haría falta «añadir un poco de agua de vez en cuando, para compensar la evaporación».


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