viernes, 7 de septiembre de 2012

Tengo a Rulfo en los ojos.



Era ese tiempo de la canícula, cuando el aire de agosto sopla caliente, envenenado por el olor podrido de las saponarias.

 El camino subía y bajaba: "Sube o baja según se va o se viene. Para el que va, sube; para el que viene, baja"
–¿Cómo dice usted que se llama el pueblo que se ve allá abajo?
–Comala, señor.
–¿Y por qué se ve esto tan triste?
–Son los tiempos señor.

Parte I

domingo, 3 de junio de 2012

Estructuras del imaginario.

[...]El cuadro como acontecimiento. 
--Harold Rosenberg 1952--


Desde hace un largo periodo el hombre a creado estructuras, formas "habitables", "habitadas", que obedecen a las necesidades sociales, de religión, políticas, laborales, etcétera.

Aquí el experimento, acompañado de la frase: "Manda a volar la estructura"; y ¿qué pasa?, los edificios levitan,  y se van, arriba se desdoblan, cual papel creando una papirola, se crean nuevas formas, estructuras oníricamente habitables.

Las piezas pueden ser reproducidas unas tras de la otra y se crearía una pieza infinita, en la cual no se sabría en que lugar comienza y en que lugar termina, cual caracol, en el que su principio es su fin y su fin es su principio.


Renovando.


Cholula. Puebla. 2011.