Agua, más agua…
Brotando de las serpientes,
Que se en engullen,
Que luchan por vencerse.
Por quedarse en aquel campo de batalla.
Agua, más agua…
De los ojos de aquel momento
Cuando las convulsiones
No dejan de sentirse.
Al tiempo de que los músculos,
Duros, expandidos, tensos…
Apretando a tarde-noche de
Aquel frio diciembre.
Agua, más agua…
De aquella cascada,
Donde los cuerpos
No dejan de sentir el frio de diciembre.
Y se quedan quietos, se extienden
Se arquean y se miran…
Ya no es el tú ni el yo
Nosotros…
1+1=3
jueves, 29 de octubre de 2009
Agua (Al diciembre 14)
martes, 20 de octubre de 2009
martes, 13 de octubre de 2009
13-10-89
martes, 1 de septiembre de 2009
de la Luz
Martes 04:00 de la mañana; en la inmediación del cuarto, en las tinieblas que imperan en el absoluto se encuentra la cama en la que ha dormido desde hace más de ocho años María. Se encuentra al pie de la misma asfixiada por el luto, secretando lagrimas que se trasladan del llanto a la satisfacción, pasando por la agonía y devolviéndose al luto, un ciclo interminable para el último par de horas.
Sus manos ensangrentadas recuerdan a ese hombre corpulento y de voz penetrante, el recuerdo se funde con el de su madre, con el peso de su madre, con las palabras, esas que activaban los sentimientos más mortíferos en su ser.
María siempre hija ejemplar a los ojos de los “humanos”, pero para Enedina, su madre, era el ser imperfecto y defectuoso por excelencia (o por defecto); Defectuosa, como Enedina la llamaba y se lo repetía una y otra vez. Aun así María siguió a su lado, la siguió a donde ella fuese, hasta que “mamita” a un lugar donde la joven no podía seguirle… perdió la lucha contra el cáncer, en cambio, María gano la batalla contra la opresión. Aun despertaba con esa frase, muchas veces me platicaba con las palabras le llegaban como navajas de afeitar en las pupilas y haciéndola sofocar la obligaban a levantarse de la cama, respirar profundo y convencerse de que eso era el pasado y que debía quedarse ahí.
El lunes ella había ido a trabajar como cualquier día cotidiano, así, cotidiano como la mayoría de sus días vividos hasta ahora. En la oficina, el jefe de recién llegado le llama a su despacho en varias ocasiones, lo cual era parte del protocolo matutino. El jefe Madero era tan imponente que María sentía que él podría destruir su tráquea con dos dedos, Madero tenía en su oficina un par de mancuernas, María de la Luz siempre observaba esos artefactos con asombro y se preguntaba cómo era que alguien podía cargar tanto peso en cada mano.
El final del día llego sin más contratiempo que algunos regaños del Sr. Madero por pasar unas llamadas a su despacho inadecuadas y fuera de lugar, tal vez porque no tenía la cabeza en ese lugar, en ese momento.
Doce de la noche y María por fin consigue llegar a su departamento, dirigiéndose como ya era el ritual directo a la regadera a enjuagarse de toda la mugre de la ciudad como ella solía llamarle, el dictamen del baño nocturno nunca se hacía esperar el agua fría era aquella que debía purificar el cuerpo y el alma, lavarlos de toda la podredumbre al que ella llamaba ciudad Dos de la mañana, logrando conciliar el sueño, se dirige a su cama, pero antes paro a escribir una pequeña nota que dejo sobre el taburete al lado de su cama, tomo uno de los utensilios de cocina que su madre mas frecuentaba… hizo un corte por aquí, un corte por allá y se acostó a dormir, en la cama que ha ocupado por más de ocho años, esperando la llegada de un nuevo día.
Yo llegue a las 6 de la mañana, como la rutina me lo permitía, era la única hora en la que podíamos estar juntos, con las primeras donas de la panadería, calientitas y dulces, también llevaba conmigo el café de olla que tanto disfruto… disfrutamos…
María de la luz había muerto…
En el papel del taburete: “DEFECTO Y DICHA… HOY NO QUIERO CAFÉ”
sábado, 2 de mayo de 2009
Ello, yo, super yo...
viernes, 17 de abril de 2009
Juguemos... Un poco de Fando, un poco de Lis
–Si eres un gran pianista, y te corto un brazo... ¿qué haces?
–Me dedico a pintar.
–Si eres un gran pintor, y te corto el otro brazo... ¿qué haces?
–Me dedico a bailar.
–Si eres un gran bailarín y te corto las piernas... ¿qué haces?
–Me dedico a cantar.
–Si eres un cantante y te corto la garganta... ¿qué haces?
–Como estoy muerto, pido que con mi piel se fabrique un hermoso tambor.
–Y si quemo el tambor... ¿qué haces?
–Me convierto en una nube que tome todas las formas.
–Si la nube se disuelve... ¿qué haces?
–Me convierto en lluvia, y hago que nazcan las hierbas.
–¡Ganaste! Me sentiré muy solo el día que no estés.
–Si algún día te sientes solo, busca la maravillosa ciudad de Tar.
viernes, 27 de marzo de 2009
Johnny Cash HURT
To see if I still feel
I focus on the pain
The only thing that's real
The needle tears a hole
The old familiar sting
Try to kill it all away
But I remember everything
What have I become
My sweetest friend
Everyone I know goes away
In the end
And you could have it all
My empire of dirt
I will let you down
I will make you hurt
I wear this crown of thorns
Upon my liar's chair
Full of broken thoughts
I cannot repair
Beneath the stains of time
The feelings disappear
You are someone else
I am still right here
What have I become
My sweetest friend
Everyone I know goes away
In the end
And you could have it all
My empire of dirt
I will let you down
I will make you hurt
If I could start again
A million miles away
I would keep myself
I would find a way
domingo, 22 de marzo de 2009
“El séptimo sello”
Himno a la Belleza
Belleza? Tu mirada infernal y divina
Confusamente vierte crimen y beneficio,
Por lo que se podría al vino compararte.
Albergas en tus ojos al poniente y la aurora,
Cual tarde huracanada exhalas tu perfume;
Son un filtro tus besos y un ánfora tu boca
Que hacen cobarde al héroe y al niño valeroso.
¿Del negro abismo emerges o bajas de los astros?
Como un perro, el Destino sigue ciego tu falda,
Al azar vas sembrando el luto y la alegría
Y todo lo gobiernas sin responder de nada.
Caminas sobre muertos, Belleza, y de ellos ríes;
El Horror, de tus joyas no es la menos hermosa
Y el Crimen, entre todas tus costosas preseas
Danza amorosamente sobre el vientre triunfal.
La aturdida falena vuela hasta ti, candela,
Crepita, estalla y grita: ¡Bendigamos la llama!
El amante, jadeando sobre su bella amada,
Semeja un moribundo que su tumba acaricia.
Que tú llegues del cielo o el infierno, ¿Qué importa?
Belleza, inmenso monstruo, pavoroso e ingenuo,
Si tu mirar, tu risa, tu pie, me abren las puertas
De un infinito que amo y nunca conocí.
Satánica o divina, ¿Qué importa? Ángel, Sirena,
¿Qué importa? Si tú vuelves- hada de ojos de raso,
Resplandor, ritmo, aroma, ¡Oh mi señora única!-
Menos odioso el mundo, más ligero el instante.
Charles Baudelaire
Francia
1821-1867
El mundo de Escher
sábado, 14 de febrero de 2009
Con los dientes…
Sin forzarlos
La única manera en que tú lo logras,
la único forma en que soy un ser lúdico.
El único ser al que los muestro,
en las fotos, en las escaleras, en la cocina,
en todo sitio en el que te encuentres.
Así será… Con los dientes.
Nadie puede lograr esa sonrisa en mi…
Con los dientes…
Como la sonrisa “Colgate”…
Como un único lenguaje.
Como el último mensaje de retroalimentación.
Como las despedidas infinitas… perdurables.
Trascendentales… Con los dietes.
En las fotos, después de ese momento….
Después de todo…
Y al fin de cuentas.
Solo tú me haces sonreír de esa manera
Y sin disimulo… Como nunca
Como nadie… Como tu...
Sin inhibiciones