No sé donde comienza mi cuerpo y termina la sombra,
esa que se arrastra por los suelos
y de vez en vez crece
por las paredes...
No sé hasta donde pueden llegar
las palabras que salen de mi boca,
ya sean equivocadas... o no,
desconozco el alcance de las mismas.
¿Hasta donde se extienden mis brazos?
¿Qué alcanzan...?
¿Qué no lo alcanzan?
¿Qué están tocando?
Mis ojos no ven mucho,
están enfermos,
un poco cansados,
tal vez dormidos.
Desconozco los alcances.
Desconozco mi sombra.
Desconozco mis brazos,
mis ojos,
mis labios, la lengua.
Yo, desconozco.